miércoles, 6 de enero de 2016

¡Un año!

5 de enero del 2015: El día que comenzamos la aventura/ el riesgo más grande de nuestras vidas.

5 de enero del 2016, 3:30am: Me despierto y dándome cuenta que ya hace un año que salimos de España, empiezo a pensar en los muchos cambios de este último año - hermosos, difíciles y a veces dando miedo. Cuerpo, ¿no podrías elegir una hora más sensata para hacer esto? ¿No? Vale, una taza de Cornflakes, boli y papel a mano, ¡es hora de bloguear!



Hace un año - una despedida de sorpresa en el aeropuerto de Santander. ¡No teníamos ni idea de lo que quedaba por adelante!

En los últimos años hay un pensamiento que he tenido muy presente: Dios es constante, nunca cambia, siempre fiel. ¡Qué consuelo este conocimiento me da; y qué agradecida estoy de ella!

Quiero daros una idea de los contrastes y cambios que hemos tenido desde venir a vivir en Canillá:

Casa: 
Hemos cambiado de un piso de 2 habitaciones en la ciudad, rodeada de mucho cemento y ladrillos ... los amigos más próximos a 5 minutos en el coche, el trabajo a 10 minutos, la tele, wifi, agua potable sin límite - todo muy normal y algo que no consideramos en el día a día...
...A vivir en el terreno/base de A.I.M. en un apartamento muy bonito de dos habitaciones, rodeada de espacios verdes, enormes y abiertos - ¡y muchas caras conocidas! ¡Los amigos-vecinos más cercanos a 30 segundos caminando! El trabajo a nuestra puerta. El televisor - algo que usamos para ver dvd's de vez en cuando, el wifi, ¿qué dices? El uso de agua - algo de que estamos súper conscientes y agradecidos.

Amistades:
Antes - Algo que teníamos que programar en nuestros horarios ocupados y muchas veces chocantes. Un whatsapp enviado y planes para ir a tomar un café y pincho/ juntar los niños para jugar mientras nos desahogamos los padres/ una caminata en el parque o en la playa. Divertidas, profundas, significativas y frecuentemente limitadas por el tiempo. Preciosas.
Ahora - Un aspecto de vivir en comunidad que hemos descubierto es que de repente tienes un montón de amigos nuevos.  Algunos vienen y salen demasiado rápidos por nuestro gusto, mientras otros sabemos que llegarán a ser una parte muy estable y leal de nuestra vida. Antes teníamos que hacer un esfuerzo para ver nuestros amigos; ahora los vemos numerosas veces durante el día, sin embargo el esfuerzo tiene que ser mucho mayor si queremos ir más allá del punto de "¿cómo estás?, ¿cómo te ha ido hoy?, ¿qué tal esa reunión? y hacía algo más profundo, hermoso, vulnerable. ¡Ya no hay opción de esconder la cara cuando tienes un día malo!

Iglesia:
Domingos, miércoles, la mayoría de los días por Whatsapp o Facebook. Un edificio físico, una comunidad preciosa. ¡Español! El trabajo determinaba quién podía asistir y cuándo.
Aquí: Re-definida. Parte de la vida diaria. Ningún edificio físico, pero una comunidad de unos 30 (más o menos) misioneros de habla inglesa que viven aquí en Canillá o San Andrés. Nos reunimos mínimo cada martes para alabanza, oración, alguna vez una enseñanza y siempre palomitas para picar... Además de varios otros momentos durante la semana por tiempos de alabanza y oración en la sala de oración. Una parte central de nuestra vida en la cuál el trabajo no interfiere (¡de momento!).
Alabanza en español: Aunque vivimos en un país dónde el español es el idioma principal, nuestra comunidad local habla más el inglés, y por lo tanto, la alabanza está principalmente en inglés.  Muchos vimos la necesidad de una noche de alabanza en español nueva y fresca y ésta ha sido nuestro proyecto/bebé este año. Un reto que nos ha gustado mucho.

Vida familiar:
En España - siempre determinada por trabajo de guardias (turnos) en el hospital. Un bebé en casa, un niño en el aula de dos años. Los embarazos supervisados por una matrona profesional y los partos en un hospital público y muy decente. En Canillá - la vida familiar es lo que determina nuestro horario de trabajo. Tenemos mucho más tiempo juntos y estamos rodeada de gente del mismo pensar, de Dios primero, la familia segundo y el trabajo/ministerio en tercer lugar. Aquí el jardín, la casa y nosotros somos la guardería para los niños. No hay matronas profesionales... nosotros mismos supervisamos el embarazo y tenemos que decidir entre un parto en casa (ó bien, en la clínica - con la suerte de que Papá es médico y hay otros profesionales a mano) o pagamos por un parto en un hospital privado en la capital - los hospitales nacionales no son una opción, ya que las condiciones son muy pobres, hay una demanda altísima y una falta de medicina.

Trabajo:
Influenciaba cada área de nuestras vidas; nos proveía un sueldo constante.
Ahora: sigue siendo algo muy central en nuestras vidas y el motivo del por qué vinimos a Guatemala: nuestra pasión - de servir a los que tienen menos y compartir el amor que Dios nos da. Sin embargo, de alguna forma ya no domina nuestra vida tanto como antes lo hacía. Nuestro dinero ya no viene en forma de un sueldo, sino como nosotros lo vemos, por la provisión de Dios y a través de gente generosa - una lección en humildad y fé en sí misma...

Comida: 
En España: Súper variada, deliciosa, carne y mariscos de alta calidad, pinchos, tapas, y todo lo que Carrefour, Lidl o Mercadona tuviera que ofrecer... y todo a 5 minutos en el coche.
En Canillá: Un sinfín de colores y variedades de frutas y verduras, sin embargo muy pocas opciones de carne y pescado/mariscos. Todos los platos los hacemos desde cero. El mercado es cada viernes y sábado y ¡perdió su encanto con nosotros hace bastante tiempo! Pero si no te apetece conducir 6 horas para ir al Walmart, es la única opción. :)

Para terminar: Hemos pasado por la etapa de novedad/luna de miel y estamos bien metidos en la rutina (mucho más lenta que antes) del día a día. Nos sentimos bendecidos de estar en un entorno dónde es tan natural poner a Dios primero. Nos rodea gente con corazones preciosos y una visión muy parecida a la nuestra. El trabajo, las caras y las amistades cambian constantemente, pero tenemos el mismo Dios, fiel y constante, que nunca cambia.